Vanessa Jakob, Product Sales Manager Capacitors de Rutronik, y Jürgen Auer, Vicepresidente de Ventas & Marketing de Sech nos hablan de los nuevos ultracondensadores y de sus posibilidades futuras.
El mundo digital del futuro promete mejoras en comodidad y seguridad. Pero, por ejemplo, la conducción autónoma, la detección automática de señales de tráfico y otras muchas funciones demandan conexiones de datos permanentes y, su vez, necesitan una fuente de alimentación estable, segura e ininterrumpida.
Por ahora, muchos sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI) en proyectos de telecomunicaciones y telemática se basan en una tecnología de batería, que incluso se usa a la hora de amortiguar los picos de carga. En tales aplicaciones, la batería ofrece ventajas gracias a su densidad de energía relativamente alta, madurez y años de familiaridad de uso. Así pues, las arquitecturas están diseñadas especialmente para aprovechar las propiedades de la tecnología de batería disponible.
Desde hace casi 20 años, los ultracondensadores se han utilizado exitosamente como soluciones de alimentación de pico y standby en numerosas aplicaciones, incluyendo aerogeneradores, estaciones base móviles, robots industriales y una amplia variedad de dispositivos electrónicos y máquinas industriales.
En los últimos años, debido a la creciente demanda en un gran número de aplicaciones de elevado volumen, se han desarrollado en dispositivos de almacenamiento de energía que – desde el punto de vista de coste y rendimiento – también aportan una alternativa interesante para uso en SAI grandes y pequeños, como fuentes de alimentación standby para centros de datos, hospitales y manufactura de alta tecnología.
Los tamaños de los sistemas típicos comienzan con unos pocos kilovatios y pueden aumentar fácilmente a la escala de los megavatios con soluciones modulares, donde las celdas de un ultracondensador se enlazan para formar módulos o incluso sistemas.