El nuevo switch de detección para aplicaciones de seguridad SSW resulta ideal en la industria de la automoción.
RS Components, marca comercial de Electrocomponents, distribuidor de productos y servicios de electrónica y mantenimiento a nivel mundial, anuncia que su representada C&K Components ha presentado una nueva serie de switches denominados SSW Detect Switch, un modelo de próxima generación que permite a los clientes mejorar la seguridad funcional en sus sistemas electrónicos.
El switch se caracteriza por redundancia, detección de fallo y ausencia de bi-estabilidad con un tiempo de conmutación controlado.
El SSW Detect Switch es un dispositivo valioso para la industria de la automoción, como el sistema de freno de estacionamiento eléctrico (EPB), que requiere seguridad funcional de acuerdo a ISO 26262, un estándar internacional que se centra en componentes críticos del automóvil y otras aplicaciones con señales de bajo nivel.
Además de cumplir con los estándares de automoción, este switch de detección posee un sellado IP67 y es estable mecánica y eléctricamente, con la capacidad de resistir temperaturas y condiciones extremas.
“Los estrictos requisitos de rendimiento y fiabilidad hacen que los fabricantes de switches tengan que cumplir los estándares de diseño”, afirma Regis Clement, Automotive Solutions Manager de C&K. “Cumplimos estas expectativas mediante un proceso de ingeniería simultánea, que optimiza todos los componentes del conmutador con técnicas de ensamblaje automatizadas y garantiza la estabilidad y la calidad del producto”.
Diseños con el switch de detección
Para facilitar la integración en las aplicaciones, el diseño del SSW Detect Switch tiene en cuenta la compatibilidad SMD y el encapsulado de cinta y bobina y permite una actuación horizontal (por leva), una conmutación de bajo nivel (5 V – 1 mA) y baja acústica. Con la actuación por leva, el switch permite un movimiento corto de contactos móviles, ofreciendo un tiempo de conmutación de 15 ms.
Su diseño patentado asegura que los contactos trabajan en una dirección sólo en distancias controladas, provocando una presión de contacto constante sin estrés.
La esperanza de vida alcanza los 300.000 ciclos en entornos adversos.