Muchos enfermos desconocen que padecen esta enfermedad. Sin embargo, la afectación de la capacidad de dormir, conocida como la apnea del sueño, es una enfermedad común que afecta a numerosas personas en todo el mundo. No obstante, gracias a la tecnología médica moderna y a los sensores de presión, es posible realizar el tratamiento fácilmente en casa.
La moderna tecnología miniaturizada de medición de la presión, que funciona discretamente en segundo plano, desempeña un papel crucial en la mejora de la vida de los afectados y, al mismo tiempo, minimiza los costos para el sistema de salud del país.
La apnea del sueño provoca peligrosas pausas respiratorias durante la noche, generalmente causadas por el estrechamiento de las vías respiratorias o por la obstrucción de las mismas debido a la fatiga de los músculos de la garganta (frecuente en las personas mayores). Estas interrupciones suelen durar entre 20 y 30 segundos.
Sin embargo, en las formas graves (apnea obstructiva), en ocasiones pueden durar minutos.
Las personas que padecen esta enfermedad no respiran de manera uniforme durante el sueño. Su respiración se detiene varias veces durante la noche, por lo que el contenido de oxígeno en la sangre disminuye con el tiempo.
Como consecuencia, el cerebro y los órganos dejan de recibir suficiente oxígeno. Ante esto, el cuerpo reacciona despertando ante el peligro. Así, la persona afectada se despierta y suele roncar con fuerza para recuperar el aliento.
Cuando esto ocurre, el paciente sufre los síntomas típicos durante el día, como fatiga, falta de rendimiento, etc.
Este trastorno suele diagnosticarse tardíamente, ya que no es detectable en una visita médica normal y, como mucho, lo percibe la pareja del paciente que duerme. Es de suponer que la apnea del sueño no tratada puede aumentar considerablemente la probabilidad de sufrir hipertensión arterial, infartos, insuficiencia cardíaca y arritmias cardíacas.
El remedio es un dispositivo conocido como CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias).
Este dispositivo se conecta al paciente a través de una máscara facial (véase la figura 1) para suministrar aire a una ligera presión positiva durante el sueño.
Como se muestra en la figura 2, este dispositivo funciona como un soporte respiratorio controlado con flujo de aire, temperatura y humedad del aire definidos.
