MediaTek lanzó el S900, el último SoC de TV inteligente insignia de la compañía que admite resolución 8K y cómputo de inteligencia artificial de alta velocidad.
Diseñado para ayudar a los fabricantes de televisores a crear productos emblemáticos altamente competitivos, el S900 integrado combina una CPU de alto rendimiento, GPU y una unidad de procesador AI (APU) dedicada para admitir funciones que incluyen la interfaz de usuario de voz AI y la mejora de la calidad de imagen, lo que permite la próxima generación de Televisores Inteligentes para ofrecer una experiencia de usuario enormemente mejorada.
Así, este último SoC de TV inteligente utiliza una CPU multinúcleo que comprende núcleos ARM Cortex-A73 y una GPU multi núcleo Mali-G52 que admite decodificación de video 8K, HDR10 + y gráficos externos que permiten a los clientes personalizar sus productos. Para E/S, la plataforma S900 es compatible con HDMI 2.1A, que ofrece un ancho de banda máximo de 48 GHz, suficiente para entregar contenido HDR10 +, así como videos 4K que se ejecutan a 120Hz y videos de 8K a 60Hz.
Una APU patentada integrada en el S900 ofrece AI Picture Quality (AI PQ), una solución integral que comprende funciones de inteligencia artificial como reconocimiento facial y de escena, funciona en conjunto con la solución de visión de inteligencia artificial de MediaTek para ofrecer una experiencia de TV inteligente más rica e interactiva a los consumidores.
Inteligencia Artificial incorporada
La plataforma S900 integra una variedad de características de inteligencia artificial, que incluyen reconocimiento facial, monitoreo de escena, reconocimiento de firma de voz y asistente de voz localizado. Los desarrolladores pueden crear aplicaciones con el kit de desarrollo de software NeuroPilot y permitir que los dispositivos con tecnología S900 actúen como centros de control inteligente para el hogar para varios productos para el hogar inteligente.
El soporte para nuevos modos de interacción, como los controles basados en voz y gestos, permite que el S900 aborde los puntos de dolor comunes del consumidor asociados con el uso de productos IoT.