LEM anuncia el modelo CDSR, un nuevo sensor de corriente de fuga extremadamente compacto y seguro basado en su tecnología de inducción magnética en lazo abierto.
Desde 2016, las normas IEC, y en concreto IEC 62955 / IEC 62752, exigen la detección de una corriente continua de fuga de 6 mA CC con el objetivo de evitar que el dispositivo de corriente residual (RCD) doméstico de Tipo A sea ineficaz. Este ocurre cuando se produce un fallo del aislamiento en el VE.
La arquitectura del VE integra un paquete de baterías alimentado con corriente continua y capaz de generar una corriente de fuga que puede desactivar un RCD doméstico. Para proteger el RCD y evitar la instalación de un RCD de tipo B en el cuadro eléctrico de los propietarios particulares de VE, los cargadores incorporan un dispositivo que detecta la corriente continua de fuga. El CDSR asume precisamente esta función.
Aplicaciones más demandadas
En principio, se desarrolló para cubrir la demanda de estaciones de carga residenciales y comerciales con una versión destinada a una arquitectura monofásica y otra para topología trifásica. El CDSR, cuya corriente máxima por fase es de 32 A rms, se puede integrar en cargadores de CA entre 3,7 y 22 kW.
Así, no solo proporciona una salida de comunicación analógica, sino también interfaz SPI (Serial Peripheral Interface) para facilitar la conexión del hardware. Para esto, se alimenta a +3,3 VCC y su consumo típico de corriente es de apenas 50 mA cuando mide 150 mA como corriente residual primaria máxima.
La extrema robustez del CDSR le permite funcionar dentro de todos los cargadores de VE.
Su temperatura de trabajo es de -40 °C a +85 °C y puede resistir fuerzas de aceleración de hasta 10G mientras conserva sus prestaciones nominales.
Además, ofrecen un nivel de aislamiento muy alto entre los circuitos primario y de medida gracias a las largas distancias en el aire y líneas de fuga (13,2 mm).
Os dejo aquí la hoja de datos del sensor de corriente.