Vivimos en una era digital, en la que Internet domina casi todos los aspectos de nuestras vidas y por ello, la privacidad se está convirtiendo en un concepto difícil de alcanzar para muchos usuarios.
Pocas personas son conscientes de la cantidad de información personal que pueden llegar a compartir online, pero igual de difícil resulta determinar si los datos almacenados en sus dispositivos están realmente a salvo y seguros.
Además, el seguimiento constante que realizan algunas de las aplicaciones instaladas sigue siendo motivo de preocupación.
Salvaguardar la privacidad y la seguridad electrónica de tu smartphone es una prioridad absoluta, por ello, es crucial invertir en un dispositivo altamente seguro que ofrezca una sólida protección. Los componentes electrónicos que se utilizan en la fabricación de los buenos teléfonos móviles te aseguran un cierto grado de protección.
Sin embargo, si de verdad quieres estar tranquilo, existen otras maneras de garantizar la seguridad y privacidad de tu dispositivo.
Cómo proteger tu teléfono móvil
Con los avances tecnológicos que han experimentado, los móviles cada vez son más funcionales, pero esto a la vez ha hecho que sean vulnerables a todo tipo de amenazas online, como el malware diseñado específicamente para dispositivos móviles, el spyware, o el phishing entre otros.
Pero no te preocupes, hay solución. A continuación, te contamos unos consejos prácticos que te ayudarán a minimizar el peligro de los ataques a la seguridad electrónica y privacidad de teléfono móvil.
1. Utilizar contraseñas y datos biométricos seguros
Una contraseña segura y utilizar las funciones biométricas de los móviles, como la huella dactilar o el reconocimiento facial, hacen casi imposible que alguien no autorizado acceda al dispositivo. Por eso se recomienda diseñar contraseñas con ocho o más caracteres, con números y letras y, si es posible, incluso símbolos.
Las contraseñas complicadas hacen que guardarlas en la memoria de los navegadores o en el sistema sea muy atractivo, pero deberías evitar esta opción, ya que solo aumenta las posibilidades de que tu contraseña sea falsificada. Además, no olvides cambiar tu contraseña de vez en cuando para evitar brechas en la seguridad.
2. Cuidado con las redes wifi públicas o gratuitas
Las redes abiertas parecen una gran idea, sobre todo cuando se acaban los datos contratados, pero en realidad suponen un riesgo, pues permiten a los ciberdelincuentes espiar el tráfico de estas redes y obtener así tus contraseñas, nombres de usuario y otra información sensible.
Para protegerte contra el pirateo del wifi, utiliza aplicaciones que aseguren tu conexión o te informen del estado de la red a la que te conectas. Ten en cuenta que las conexiones WPA (Wifi Protected Access) son más seguras que las WEP (Wired Equivalent Privacy). De todos modos, como precaución, se aconseja tener desactivada la conectividad inalámbrica cuando no la estés utilizando. Así evitarás que tu móvil se conecte automáticamente a redes no encriptadas y ahorrarás batería.
3. Utiliza una VPN
Aun con todas las precauciones, es posible que no estés seguro del estado de seguridad de la red a la que te vas a conectar, en estos casos lo mejor es utilizar un cliente VPN (Virtual Private Network), que te permitirá conectarte de forma segura. Pero, además, la VPN protegerá tu actividad de navegación en las redes públicas y te avisará cuando vayas a acceder a sitios menos seguros.
Los servicios de VPN son relativamente baratos y tienen un valor incalculable para proteger el tráfico de tu información privada. En la actualidad en la tienda de aplicaciones de tu dispositivo seguro que encontrarás ofertas económicas muy buenas.
4. Encripta tu dispositivo
Aunque la mayoría de los móviles tienen incorporada una función de encriptación, deberías asegurarte de que el tuyo también la tiene. La encriptación es el proceso de hacer ilegibles los datos y la información. Por contraparte, la desencriptación convierte esos datos ilegibles en datos accesibles. La encriptación es importante en caso de robo, e impide el acceso no autorizado.
Solo tienes que localizar esta función en los ajustes de tu dispositivo móvil e introducir una contraseña para cifrarlo. Este proceso puede llevar tiempo, dependiendo del tamaño de tus datos, pero te aportará mayor seguridad, por lo que el proceso merece la pena.
5. Instala un antivirus
Por mucho cuidado y atención que prestes, los archivos que descargues y las aplicaciones que instales pueden contener códigos maliciosos. Una vez lanzado, este código podría enviar tus datos a los delincuentes, robándote tu privacidad. Para evitarlo, solo necesitas instalar una aplicación antivirus de confianza.
Además, algunas aplicaciones antivirus también tienen otras funcionalidades, como borrar tus datos en caso de pérdida del móvil, rastrear y bloquear llamadas de números desconocidos, e indicarte qué aplicaciones no son seguras. Además, suelen poder borrar tu historial de navegación y eliminar las cookies.
6. Actualiza al software más reciente
El firmware de tu teléfono móvil también puede ser vulnerable a amenazas de seguridad cuando queda desactualizado, pues los ciberdelincuentes podrían aprovecharse de las lagunas que se crean. Para evitarlo, actualiza siempre tu firmware y tu dispositivo. La mayoría de las actualizaciones actúan como parches de seguridad para vulnerabilidades que se han descubierto en tu dispositivo.
Las principales empresas de firmware de dispositivos móviles, como Android de Google e iOS de Apple, lanzan nuevas actualizaciones de vez en cuando. Configura las actualizaciones para que sean manuales o automáticas, y no retrases mucho hacer estas instalaciones.
Proteger la seguridad electrónica y la privacidad de tu móvil puede ser un reto, pero también debe ser tu prioridad. Como cada día se descubren nuevas vulnerabilidades, es esencial que te asegures de estar al tanto de cualquier actividad sospechosa en tu dispositivo y de contar con un buen modelo de teléfono móvil.
