Determinando y ampliando la retención de datos
La retención de datos está influida básicamente por dos factores: el número de ciclos de escritura/borrado durante la vida útil y la temperatura operativa.
Una memoria flash NAND basada en MLC en una eMMC ofrece alrededor de 3.000 ciclos de escritura/borrado a 40 °C.
Si esto es suficiente para la vida útil esperada de un producto en el que se utiliza el eMMC depende en gran medida del escenario de uso.
Al calcular la vida útil esperada de la memoria, también se debe tener en cuenta el WAF (write amplification factor – factor de amplificación de escritura).
La Figura 2 muestra la fórmula correspondiente.
Sin embargo, el resultado no es un valor fiable, sino solamente una aproximación, dado que la ratio de retención de datos actual depende del uso específico del dispositivo individual. Si, basándonos en este cálculo, resulta posible suponer que la vida útil de la eMMC en el escenario de uso previsto no se corresponde con la vida útil esperada del producto, hay dos formas de extenderla:
- Usando el área de datos de usuario mejorada. Esto aumenta diez veces el número de ciclos de escritura/borrado disponibles en comparación con el modo normal (a 40 °C). En este caso, también se aplica lo siguiente: disminuye la densidad disponible.
- Seleccionando un eMMC de alta densidad. Cuanta más densidad esté disponible, mayor será el área del controlador de memoria para nivelar el desgaste. Esto se traduce en menos estrés de los ciclos de escritura/borrado para las celdas individuales.
eMMC en entornos de producción
Una vez que se ha completado el diseño, hay que considerar otro aspecto más en el proceso de producción si los datos se van a cargar en la memoria antes del proceso de reflujo o soldadura. A una temperatura de aproximadamente 260 °C, el proceso de soldadura expone la celda NAND a un estrés extremo.
Esto podría tener un impacto negativo en la retención de datos e incluso provocar una pérdida de información. Para evitar este escenario poco deseado, Kioxia ha desarrollado una función de firmware especial. Básicamente, solo hay restricciones en lo que respecta al tamaño máximo de datos que se puede procesar con la ayuda de esta función.
Si se tienen en cuenta estas consideraciones durante el proceso de diseño, los profesionales se benefician de una solución de memoria de alto rendimiento, fiable y duradera basada en eMMC.