¿Qué es una parte aplicada?
Como muestra la Figura 2, la principal decisión que hay que tomar es si el equipo en cuestión es una parte aplicada (Applied Part), por lo que merece la pena examinar este término más detenidamente.
Una parte aplicada es aquella que puede estar en contacto o aplicarse al paciente.
Así, existen tres tipos de partes aplicadas a tener en cuenta para cada aplicación:
- Tipo B (Body): este tipo está (o puede estar) en contacto con el cuerpo del paciente, que puede estar conectado a tierra. El riesgo asociado es una corriente de fuga excesiva para el paciente. Ejemplos de equipos que pueden ser de Tipo B se encuentran en iluminación LED, láseres médicos, escáneres corporales (resonancia magnética – MRI/TAC – CT), camas hospitalarias y equipos de fototerapia.
- Tipo BF (Body Floating): este tipo también está en contacto con el cuerpo del paciente, pero el paciente no está conectado directamente a tierra (esto es, se consideran «flotantes» con respecto a la tierra). De nuevo, el riesgo es la corriente de fuga excesiva para el paciente. Los ejemplos de este tipo de equipos abarcan tensiómetros, incubadoras y equipos de ultrasonido.
- Tipo CF (Cardiac Floating): este tipo clasifica a los equipos que pueden establecer un camino directo al corazón (o al torrente sanguíneo). Por lo tanto, el límite máximo de corriente de fuga del paciente es extremadamente bajo. Los ejemplos incluyen equipos de diálisis y quirúrgicos.
Si no se aplica alguna de estas categorías, entonces la aplicación prevista no requiere (obligatoriamente) una fuente de alimentación de parte aplicada, aunque esto no significa necesariamente que no se requerirá alguna forma de certificación médica.
Una vez que se ha determinado el tipo de parte aplicada, puede comenzar la búsqueda de productos adecuados para garantizar que no sólo cumplan los requisitos operativos para la aplicación, sino también con el nivel correcto de MOP.
Las corrientes de fuga y su influencia en la selección de la fuente de alimentación
En principio, las corrientes de fuga se definen como corriente no deseada que, pudiendo ser de naturaleza de CA o CC o una combinación de ambas, fluye desde la entrada (lado de la fuente de CA) y/o el lado de salida de la fuente de alimentación.
Las corrientes de fuga son un factor importante a la hora de establecer el nivel de MOP correcto, pero pueden ser una fuente de confusión. IEC 60601-1 define tres tipos principales de corriente de fuga, que se detallan a continuación. (Hay una cuarta corriente de fuga que se menciona en IEC 60601 que, no obstante, se encuentra fuera del ámbito de este artículo).
1. Corriente de fuga a tierra
La fuga a tierra se refiere a la corriente eléctrica en un sistema que encuentra un camino de retorno alternativo y distinto de los conductores activo y neutro. Está asociada a una corriente residual de pequeña magnitud, normalmente medida en miliamperios (mA).
La Figura 3 ilustra el flujo de corriente desde la fuente de entrada de CA (generalmente, a través de la capacidad en la fuente de alimentación) mediante el conductor de tierra (toma de tierra). Esta capacidad puede ser parásita (desviada) o situarse intencionalmente entre las conexiones de la fuente de CA (viva y neutra) y tierra para reducir las emisiones de interferencia electromagnética (EMI).
Si la conexión a tierra es segura, no existe riesgo para el paciente ni para el operario, ya que a través de ellos no puede fluir corriente a tierra, incluso en contacto directo con la carcasa. Bajo condiciones normales, la corriente admisible es de 5 mA y, para condiciones de fallo único (SFC), puede alcanzar los 10 mA.
2. Corriente de fuga de la carcasa (táctil)
La corriente de fuga de la carcasa se define como la corriente que fluye desde una parte conductora expuesta de la carcasa a tierra a través de un conductor distinto al conductor de toma de tierra.
La Figura 4 muestra la corriente que podría fluir si el paciente (o el técnico) estuvieran conectados a tierra y en contacto directo con la carcasa. Bajo condiciones normales, la corriente admisible es baja (100 μA) y en condiciones de SFC puede llegar a 500 μA.
3. Corriente de fuga del paciente
La corriente de fuga del paciente es la corriente que fluye a través de un paciente conectado a una o varias partes aplicadas. Puede fluir desde las partes aplicadas por el paciente a tierra o desde una fuente externa vía el paciente y las partes aplicadas a tierra.
La Figura 5 refleja la corriente que fluye entre un elemento del equipo médico y a través del paciente a tierra. La corriente admisible es de 100 μA y, bajo condiciones de SFC sube hasta los 500 μA.
La corriente de fuga también puede fluir desde otra fuente como, por ejemplo, otro elemento de equipo médico conectado al paciente y a tierra (vea la Figura 6).