Menor tiempo de llegada al mercado, mayor productividad y mejor seguridad son solo algunas de las muchas mejoras de las que podrá beneficiarse al adoptar una arquitectura de microservicios.
Alejarse de una aplicación monolítica puede suponer un desafío, pero la ganancia a largo plazo hace que merezca la pena “sufrir” un poco a corto plazo.
La mayoría de las plataformas en la nube (cloud) se construye utilizando una gran base de código. La arquitectura monolítica está desactualizada en un mundo ágil.
La ruptura del modelo monolítico ayuda a aumentar la flexibilidad, la sostenibilidad y la escalabilidad.
Por ello, no sorprende que los principales proveedores de servicios en la nube ahora respalden un enfoque de microservicios para el diseño.
Lo que realmente significa “microservicios”
Internet y, más específicamente, Internet de las Cosas (IoT), se ejecuta en aplicaciones basadas en la nube. Estas aplicaciones resultan esenciales para que los dispositivos conectados sean útiles. En conjunto, se denominan servicios.
Usamos los servicios en todo momento. Online, un servicio podría ser un sitio web con comercio electrónico o un proveedor de streaming multimedia. Estos servicios se pueden definir en un alto nivel por lo que hacen. Adicionalmente, tampoco sorprende que los servicios hayan evolucionado con el paso del tiempo.
Los primeros servicios eran relativamente simples. La base de código se podría mantener por un pequeño equipo de desarrolladores. Cuando se han ido añadiendo nuevas funciones, toda la base de código se tenía que actualizar. Esto ahora se conoce como arquitectura monolítica.
El problema con los monolitos se encuentra en que son grandes. Cambiar incluso una parte pequeña de una base de código monolítica requiere que todo el servicio se vuelva a probar e implementar. Ampliar la capacidad de un servicio monolítico resulta difícil. Normalmente, implica ejecutar todo el código base en un servidor adicional.
Algunas de las principales desventajas de una arquitectura monolítica son las siguientes:
- Agilidad. Cambiar una arquitectura monolítica involucra a todos los componentes del sistema.
- Escalabilidad. Es difícil actualizar una parte de una base de código monolítico por separado.
- Obsolescencia. Incorporar nuevas funciones requiere cambiar toda la base de código, por lo que los desarrolladores son reacios a agregar más funciones o realizar cambios frecuentes.
- Codependencia. Cada parte de la base de código monolítica es parte integral del servicio general y, en consecuencia, se vuelve fácil de romper y difícil de actualizar.
Dividir la funcionalidad en servicios separados y de menor tamaño hace que todo el proceso sea más fácil de construir y mantener. Este llamado enfoque de microservicios usa servicios individuales más pequeños que están diseñados para trabajar juntos y de forma menos interdependiente. Esto implica que los microservicios se pueden agregar, eliminar o actualizar sin afectar el resto del servicio.
Una arquitectura de microservicios funciona en sintonía con una metodología de diseño de integración continua y entrega continua (CI/CD). Este enfoque moderno de desarrollo ha evolucionado en línea con los servicios IoT. La CI/CD es favorecida por los equipos de DevOps, ya que dota de una mayor libertad sin miedo al fracaso total.
