Añadiendo conectividad inalámbrica a un producto preexistente de gran éxito, la placa de microcontrolador Raspberry Pi Pico W no llega con todas las funcionalidades de conectividad sin hilos activadas.
¿Qué le podía faltar a la Raspberry Pi Pico para ser la placa de microcontrolador (basada en un RP2040) perfecta? La respuesta a esta pregunta es conectividad inalámbrica, y eso mismo es lo que le han añadido desde Raspberry Pi con la nueva versión W de dicha placa.
La Raspberry Pi Pico W dispone, tal y como podemos leer en su hoja de producto, de conectividad Wi-Fi 802.11 b/g/n que opera en la banda de los 2,4 GHz para su conexión a redes locales.
Para esto, es capaz de operar tanto en modo estación, como en modo de punto de acceso. Para los desarrolladores, el acceso completo a la funcionalidad de networking se encuentra disponible tanto en C como en MicroPython.
Componentes de la placa
El chip inalámbrico que monta es el CYW43439 de Infineon, que es capaz de lidiar con el estándar de conectividad inalámbrica Bluetooth además del Wi-Fi. Para el Bluetooth, es compatible tanto con el modo clásico, como con el de bajo consumo (BLE, Bluetooth Low-Energy). No obstante, desde Raspberry Pi indican que su capacidad Bluetooth no vendrá activada por defecto.
Además del RP2040 integrado (que dispone de 2 MB de memoria flash), la placa de microcontrolador Raspberry Pi Pico W también monta un puerto micro USB de tipo B que la sirve tanto para la alimentación como para los datos -además de para reprogramar la memoria flash-, además de la tradicional interfaz de 40 pines con 23 GPIOs digitales (tres de las cuales cuentan con capacidad ADC).
También contamos con dos UARTs, dos I2C, dos SPI, y 16 canales PWM, un timer con cuatro alarmas, y un reloj en tiempo real. Y dos bloques de E/S (PIO) programables con ocho estados de máquina en total, capaces de emular interfaces como las de tarjeta SD, o salida de vídeo VGA.
El objetivo de esta placa es el de integrarse en diseños de mayor tamaño.
