Con 10 y hasta 32 núcleos de procesamiento, los microprocesadores Apple M1 Pro y M1 Max ofrecen varios factores de potencia más que sus directos predecesores.
Semana de presentaciones en Cupertino, sede de la compañía de la manzana mordida, donde esta ha mostrado varios dispositivos de consumo, pero también sus nuevas CPUs de arquitectura ARM, que pasan por ser las más potentes de la familia hasta la fecha.
Los microprocesadores Apple M1 Pro y M1 Max entregan un rendimiento que supera en un 70% al M1, conseguido al escalar la arquitectura de este último predecesor directo. Mientras que la GPU del M1 pro duplica la velocidad de la del M1, la del M1 Max multiplica por cuatro la velocidad de la del M1.
Ambos chips también llevan la arquitectura SoC (system-on-a-chip) a los ordenadores profesionales.
Disponen de memoria unificada rápida, y presentan un rendimiento por vatio líder en la industria según Apple, e incrementan el ancho de banda de la memoria y la capacidad: mientras que el M1 Pro ofrece un ancho de banda de memoria de 200 Gbps con soporte para hasta 32 GB de memoria unificada, el M1 Max entrega hasta 400 Gbps de ancho de banda de memoria (el doble que el M1 Pro, y seis veces más que el M1) y soporte para hasta 64 GB de memoria unificada.
Esta gran cantidad de memoria excede con creces los 16 GB que actualmente implementan la mayoría de los ordenadores portátiles, lo que permite a los M1 Pro y Max encargarse de tareas de cálculo intensivo para gráficos de una forma más que solvente.
Los aceleradores dedicados ProRes permiten a los ordenadores portátiles equipados con los M1 Pro y Max tratar de forma mejorada el vídeo, con una reproducción más fluida a formatos de gran ‘peso’ como los que presentan resolución UHD.
Pequeños detalles en su composición
El M1 Pro está fabricado empleando un proceso de 5 nanómetros, y monta un total de 33.700 millones de transistores, más del doble que el M1, y cuenta con diez núcleos de procesamiento para la CPU (ocho de alto rendimiento y los dos restantes de alta eficiencia).
Por su parte, el M1 Max conserva la CPU de 10 núcleos del anterior modelo, al cual le añade una GPU de 32 núcleos, y ofrece una velocidad que cuadruplica la del M1. Posee 57.000 millones de transistores, un 70% más que el M1 Pro, y más de tres veces y media más que el M1.