Artículo escrito por Alessandro Mastellari, especialista técnico de AVNET Abacus en el que explica que, casi por definición, el Internet de las Cosas (IoT) no se diferencia, pero ha alcanzado un nivel de madurez que soporta algunas particiones como el IoMT.
Aunque Internet de las Cosas Industrial (IIoT) es un ejemplo, también lo es el Internet de las Cosas Médicas (IoMT).
El término describe un cambio que ha estado ocurriendo durante algún tiempo, lo que está poniendo una mayor distancia física entre los profesionales de la atención médica y los pacientes y, al mismo tiempo, y quizá irónicamente, permitiendo un mayor acceso a la atención profesional que las personas necesitan.
IoMT hace uso de tecnologías que existen desde hace muchos años, como las teleconferencias y la conectividad a internet básica y añade un nivel de inteligencia que se ha convertido en sinónimo de IoT en general. Más recientemente, IoMT ha sido uno de los primeros sectores verticales en adoptar la inteligencia artificial (IA) de una manera práctica al utilizar sistemas expertos (una forma reconocida de IA) para incrementar las capacidades propias del personal dedicado a la atención médica.
Juntas, estas tecnologías permiten la monitorización de los pacientes de forma casi continua, con la comodidad de su propia casa e incluso la medicación remota. Como los servicios sanitarios en todo el mundo sienten la presión de una población que crece y envejece, podemos esperar que este tipo de asistencia sanitaria más asequible y escalable se convierta en parte de nuestras vidas.
Proporcionando conectividad a la atención médica
La asistencia sanitaria depende de dos cosas: el acceso a la información relevante y la capacidad de sintetizar dicha información. Los profesionales y, cada vez más, la Inteligencia Artificial ofrecen la síntesis, mientras que el IoMT se proporcionará a través de dispositivos conectados que suministran la información: los datos “brutos”. Esta información será recopilada mediante sensores inteligentes, conectados de forma segura al paciente y al personal sanitario.
Están surgiendo estándares que ayudarán a los desarrolladores que trabajan en esta área a crear dispositivos inteligentes e interoperables con un marco médico más amplio. Por ejemplo, FHIR (pronunciado FIRE), que significa Fast Healthcare Interoperability Resources – Recursos de Interoperabilidad Rápida de Salud, es una API (interfaz de programación de aplicaciones) estándar para intercambiar historias clínicas. Fue creada por la organización Health Level 7 International, una SDO (Organización de Desarrollo de Estándares) acreditada por el ANSI (Instituto Nacional Estadounidense de Estándares).
Microsoft ha demostrado cómo se puede usar el estándar FHIR para construir dispositivos IoMT y poder monitorizar y compartir los datos remotamente en su entorno en la nube Azure. Para respaldar esto, los ingenieros de Microsoft han creado un servidor de código abierto y compatible con FHIR y equipado con Azure y los hooks necesarios para hablar con dispositivos médicos remotos.
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