De instalación simplificada, el TEG modular YGPX024 para vehículos permite reaprovechar los gases de escape para generar electricidad.
La japonesa YAMAHA anuncia las primeras muestras del YGPX024, un generador de potencia termoeléctrica (TEG, por sus siglas en inglés) concebido para su uso en la industria automotriz.
Los módulos TEG aprovechan las superficies superior e inferior, y los materiales termoeléctricos acumulan energía térmica, que puede convertirse en electricidad. Carecen de partes mecánicas móviles y, por lo tanto, están sujetos a una baja tasa de fallos. Debido a ello, junto con su salida de alta densidad, se espera que los módulos TEG contribuyan en gran medida a los sistemas de recolección de energía que echan mano de la energía renovable.
El TEG modular YGPX024 para vehículos genera electricidad a partir de las diferencias de temperatura entre las superficies superior e inferior, ofreciendo una alta densidad de potencia en un factor de forma alargado de 143×103 mm, un tamaño que, según afirman desde Yamaha, hasta ahora resultaba difícil de conseguir.
Beneficios de su utilización
Uno solo de estos módulos es capaz de generar hasta 143 W de electricidad. Como parte de un sistema de escape en automóviles, el YGPX024 permite generar energía térmica partiendo de los gases de escape, contribuyendo con ello a la reducción del CO2 y a la mejora de la eficiencia del combustible.
También es susceptible de emplearse en el aprovechamiento del calor residual de las fábricas, en los procesos de cogeneración, o en las baterías de celdas de combustible estacionarios entre otros usos.
Entre sus principales características, tenemos que -según afirman desde Yamaha- es el que ofrece la mayor salida eléctrica del mundo con sus 143 W (una densidad de 1,5 W/cm²) gracias al uso de materiales termoeléctricos de alto rendimiento y una tecnología de montaje precisa que permite temperaturas operativas muy altas, de un máximo de 400 grados centígrados.
Por otro lado, se diseñaron para poder emplearse en los entornos operativos más exigentes, y para ello recurre a la estructura de relajación de estrés propietaria de Yamaha, y al encapsulado inoxidable. Con todo esto, consigue una vida operativa estimada de 150.000 km.
Finalmente, hay que destacar también que para su instalación no requiere de llevar a cabo procesos como la aplicación de grasa o las medidas de antioxidación y/o condensación. Más información, incluido la petición de muestras aquí.