En esta ocasión, Mark Patrick de Mouser Electronics nos muestra cómo mejorar la protección de circuitos en los nuevos automóviles.
A medida que la industria automotriz avanza con el concepto de vehículos semiautónomos y totalmente autónomos, aumenta significativamente la diversidad de sistemas electrónicos complejos y sensibles.
La sociedad espera que con la automatización nuestras carreteras sean más seguras, se produzcan menos accidentes y el tráfico se descongestione. Para conseguir una autonomía fiable y segura se requiere la interconexión de múltiples sensores y subsistemas de alto rendimiento.
Los posibles retos técnicos se complican aún más al tener en cuenta el entorno de un vehículo eléctrico o híbrido, que requiere electricidad y es ruidoso. Existe una alta posibilidad de que los sistemas interfieran en el funcionamiento de otros sistemas esenciales, ya sean las fuentes internas como las IEM y los transitorios o las influencias externas, como la infraestructura C2X de las carreteras.
Los sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS) constituyen la base de la capacidad autónoma de un vehículo, y funcionan con otras aplicaciones más sofisticadas y complejas cuando la conducción es totalmente autónoma. También cuando los sistemas funcionan en cualquier modo semiautónomo (nivel 1-nivel 3) informan directamente al conductor de situaciones inminentes.
Los diferentes niveles de automatización de un vehículo aparecen en la figura 1.
Este artículo destaca la arquitectura de los sistemas avanzados de detección de vehículos autónomos y los protocolos e interfaces que los subsistemas de un vehículo utilizan para transferir datos y realizar la protección de circuitos.
Para esto, investigamos las fuentes de interferencia y proponemos técnicas para reducir el impacto que esas señales no deseadas podrían tener sobre el funcionamiento seguro de un vehículo.