España continúa con la transformación de sus infraestructuras de telecomunicaciones. La implantación de las redes de nueva generación ha provocado el salto tecnológico definitivo a lo largo y ancho de la geografía española.
El primer punto a destacar, son las diferencias entre el ADSL y la fibra óptica, esta última sigue imparable y en el pasado mes de junio rozó los 9,4 millones de clientes, según los últimos datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Esta cifra supone ya el 63% del total del parque de líneas de banda ancha nacional, mientras que el tradicional ADLS apenas supone el 23% de los accesos. De esta forma, los hogares españoles han conseguido optimizar la velocidad de internet impulsados por las empresas de telecomunicaciones, que continúan con la ampliación de la cobertura.
Los analistas señalan que el mercado europeo de banda ancha experimentará una transformación esencial en los próximos años, marcada principalmente por el auge de la adopción de fibra óptica y el descenso de la tecnología ADSL.
Además, también afirma que España liderará el mercado europeo de fibra óptica en 2024, desbancando a Rusia como el país con la mayor proporción de líneas de fibra sobre el total de banda nacha, con una penetración de fibra del 86,5% del parque total.
Unas previsiones que coinciden con el estudio de MedUX sobre la banca ancha fija residencial en Europa.
Según esta firma española especializada en la medición de la calidad de los servicios digitales, España y Portugal son los países más fiables en la entrega de velocidad de conexión, debido a la fuerte penetración de las redes de fibra óptica hasta el hogar (FFTH).
FTTH ya para todos los públicos
El liderazgo de España en el mercado europeo, no solo en términos de adopción de fibra óptica, sino de calidad técnica de la misma, se debe principalmente a su apuesta de hardware por los despliegues de fibra óptica hasta el hogar (FTTH). Esta tipología de fibra óptica llega desde la central telefónica hasta la casa del cliente de una forma directa, por lo que no existe ninguna clase de alteración. De esta forma, los clientes pueden obtener velocidades reales sin ninguna pérdida de rendimiento o interferencia por el camino. Algo que no ocurre en la FFTB y FFTC, alternativas de menor rendimiento por la que han apostado otros países europeos.
Sin ir más lejos, en España hay más de 17,5 millones de viviendas con fibra óptica hasta el hogar (FFTH), cifra que equivale a la suma total de las tasas de Alemania, Francia, Italia y Reino Unido.
El próximo reto del desarrollo de las infraestructuras de telecomunicaciones en España es el despliegue de fibra óptica en zonas rurales, históricamente olvidadas en la implantación de las nuevas tecnologías. A pesar de ello, España se ha convertido en uno de los países más avanzados en el despliegue de redes de banda ancha en menos de 10 años.
Una situación que pretende seguir impulsando el Gobierno, cuyo objetivo es cubrir todo el territorio nacional con fibra óptica en los dos próximos años, con más de 500 millones de ayudas públicas.
