Mediante la implementación de inteligencia artificial, esta plataforma de soft-switching ajusta constantemente el timing relativo de elementos del sistema, minimizando así las pérdidas.
Pre-Switch, compañía con sede en el Silicon Valley y dedicada a proporcionar soluciones arquitectónicas para minimizar las pérdidas del switching gracias al concurso de la inteligencia artificial, anuncia que su arquitectura IGBT de cambio por software (soft-switching) y de puerta de carburo de silicio, incluyendo la placa controladora Pre-Drive 3 equipada con la FPGA Pre-Flex, y la placa controladora de puerta RPG puede reducir significativamente el coste de los inversores solares.
La arquitectura en dos fases entrega la misma pérdida de rendimiento de switching (o mejor) que un diseño de nivel cinco, redundando en un coste reducido, mayor control de la complejidad, y cuenta de materiales utilizados reducida.
Además, Pre-Switch habilita la simplificación y reducción del tamaño de los inversores y los filtros empleados en los sistemas de energía renovable, facilitando que la energía vuelva a ser puesta en la red de una forma fácil y eficiente.
La plataforma de soft-switching de Pre-Switch permite llegar a duplicar la potencia de salida de un inversor típico, o bien un incremento en la velocidad de conmutación en un factor multiplicador de 20.
Previamente, y según afirman desde Pre-Switch, el soft-switching no había sido nunca implementado satisfactoriamente en los sistemas DC/AC con un voltaje de entrada, temperatura y condiciones de carga variables.
Tecnología para superar los retos
La forma en la que esta compañía ha superado esta situación es utilizando inteligencia artificial para poder ajustar, de forma constante, el timing relativo de elementos dentro del sistema de switching que se requieren para forzar una resonancia que compense las formas de onda de corriente y voltaje, minimizando así las pérdidas por conmutación.
Con todo esto, la arquitectura creada por Pre-Switch permite a los diseñadores de sistemas de energía solar eliminar la mitad de las pérdidas, consiguiendo con ello niveles de rendimiento altos con un simple diseño en dos etapas, cuando con las técnicas multinivel convencionales se requerirían al menos cinco etapas.