Los sensores de efecto Hall omnipolares de ultra bajo consumo AH1911 y AH1921 ofrecen la máxima estabilidad del mercado sobre un amplio rango de temperatura operativa.
Mouser Electronics, distribuidor de componentes electrónicos y semiconductores, y su representada Diodes Incorporated anuncian los sensores de efecto Hall AH1911 y AH1921, que combinan la máxima estabilidad (BOP y BRP) y ultra bajo consumo.
Estos sensores omnipolares de tercera generación responden a la polaridad del campo magnético y cuentan con un sistema de “reloj de hibernación” para reducir el consumo de corriente a 1,6 µA con fuente de 3 V.
Un amplio rango de tensión operativa de 1,6 a 5,5 V permite su uso con diversos voltajes de sistema. Los puntos operativos y de lanzamiento para el switch magnético se controlan en función de la temperatura y la alimentación, gracias a una técnica de estabilización avanzada. De este modo, se logra un rendimiento preciso y repetible. Los puntos de conmutación de densidad de flujo alcanzan los ±60 Gauss (6 mT) al operar y ±45 Gauss (4.5 mT) al lanzar.
Ambos modelos resultan ideales en dispositivos alimentados por batería, donde su bajo consumo y extensa tensión operativa ayudan a extender la vida de la batería.
“Estos sensores de efecto Hall, con estabilidad BOP / BRP y ultra bajo consumo, ofrecen unas prestaciones con la mejor relación coste / rendimiento”, afirma Charles Kuo, worldwide sensor marketing manager de Diodes Incorporated.
Usos posibles para los nuevos sensores de efecto Hall
Las aplicaciones típicas abarcan productos médicos y de consumo, detección de sabotaje para contadores inteligentes, detectores de humo, dispositivos IoT y sistemas de detección de nivel / proximidad.
Disponibles en un encapsulado SC59 de tres pines, el AH1911 y el AH1921 se caracterizan por salidas push-pull y open-drain, respectivamente. Pueden rendir entre -40 y +85 °C y tienen una ratio de protección de descarga electrostática (ESD) de 6 kV (Human Body Model).