El fabricante KEMET anuncia nuevos condensadores electrolíticos para entornos adversos denominados KPS-MCC de clase C0G, de alta capacidad y que resultan ideales para trabajar en temperaturas elevadas.
KEMET Corporation, empresa representada por Anatronic, anuncia la disponibilidad nuevos condensadores de alta capacidad para temperaturas elevadas. Se tratan de los condensadores de alta capacidad de la serie KPS-MCC de clase C0G que resultan ideales en entornos adversos gracias a su temperatura operativa de hasta +200°C.
El sistema dieléctrico BME C0G de la compañía ha sido diseñado para ofrecer fiabilidad con temperaturas de hasta +200 °C y, al mismo tiempo, mantener la resistencia al aislamiento, con mínima ESR y alta corriente de rizado a frecuenticas elevadas.
La serie KPS-MCC de condensadores de alta capacidad aporta mejoras en estabilidad sin cambio de capacidad en función de la tensión DC y cambio de capacidad de ±30 ppm/°C (sobre la temperatura).
Un elevado punto de fusión (HMP) permite que múltiples chips se apilen en paralelo para dotar de capacidad bulk con excelente robustez mecánica.
La combinación de rendimiento eléctrico, fiabilidad y robustez mecánica de esta familia de condensadores electrolíticos para entornos adversos garantiza unas mayores prestaciones que alternativas como condensadores Clase II (X7R/X5R) para hasta +175 °C.
Disponibles en tres tamaños, los condensadores de alta capacidad KPS-MCC suministran tensiones de hasta 2000 V y capacitancia de hasta 2 µF en un formato de menos de 0.55 pulgadas cuadradas (unos 3.55 centímetros cuadrados).
Cada versión se puede solicitar en pin recto, configuración en forma de “L” o “J” y con terminación en plata (Ag) o revestida de soldadura (SnPb).
Aplicaciones para los condensadores electrolíticos para entornos adversos
Desarrollados combinando un sistema dieléctrico de electrodo de base metálica (BME) C0G/NPO de KEMET y tecnología Lead Frame, estos condensadores de alta capacidad resultan ideales en aplicaciones que tienen que hacer frente a elevadas temperaturas, alta tensión y vibración, como las encontradas en la industria petroquímica, automoción (y vehículos híbridos eléctricos – HEV), defensa y proyectos aeroespaciales.
